En el asesinato se mata a una persona, al igual que en el homicidio, la diferencia es que en el asesinato concurre alevosía, precio, recompensa, promesa, o ensañamiento. O bien, se realiza para facilitar la comisión de otro delito o para evitar que se descubra. Por ejemplo, si unos ladrones roban un banco y matan al vigilante de seguridad para poder llevar a cabo el robo.
El tipo básico de este delito, el homicidio, pasa a convertirse en asesinato con la concurrencia de una sola de las circunstancias anteriores.
Está regulado en el artículo 139 del código penal.