Ambos delitos atentan contra la propia vida humana, y el resultado del delito es el mismo, la muerte de la víctima. Sin embargo, la diferencia principal entre homicidio y asesinato consiste en una mayor peligrosidad del asesino, evidenciada por la especialización del dolo, los modos y los medios utilizados para matar.
El asesinato es la máxima intensidad del homicidio. En el asesinato, el autor se ensaña contra la víctima, actuando con una intención puramente criminal. También se trata de asesinato cuando se produce mediante precio o recompensa, para facilitar la comisión de otro delito o para evitar que se descubra.
A continuación, analizaremos en profundidad cada uno de estos delitos.